La ortiga es una planta, considerada como “mala hierba”, pertenece a la familia de las Urticáceas, presente en zonas templadas y tropicales, su especie más difundida es la Urtica dioica. Su nombre “urtica”, que significa “quemar”, se debe al inocuo veneno que desprende la planta al entrar en contacto con la piel.
Se han determinado los componentes biológicamente activos del aceite de semilla de ortiga y los índices lipídicos más importantes, como criterios sobre los beneficios para la salud del aceite. El ácido linoleico predomina en los triacilgliceroles (77,7%), seguido por oleico (16,2%). Los esteroles son el 1,1% siendo el β-sitosterol el componente mayoritario (90,1%). Los tocoferoles son 711 mg/kg y predomina el γ-tocoferol (36,1%), seguido por α-tocoferol (28,9%) y δ-tocoferol (26,9%). Los valores de los índices de aterogenicidad y trombogenicidad son significativamente bajos, lo que determina las buenas propiedades antiaterogénicas y antitrombogénicas del aceite. El índice hipo/hipercolesterolémico y la proporción de ácidos grasos poliinsaturados y saturados presentan valores altos (superiores a 1,0), lo cual indica un buen potencial hipocolesterolémico y valor nutricional del aceite. El contenido de componentes biológicamente activos del aceite de semilla de ortiga muestra que es un producto rico de ácidos grasos esenciales, esteroles y tocoferoles, y por eso se puede utilizar en alimentos, cosméticos y productos farmacéuticos.
Author:
Zh.Y. Petkova, G.A. Antova and M.Y. Angelova-Romova
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